La pandemia ha afectado la demanda de bienes y servicios en todo el mundo. En Colombia, el sector asegurador no ha sido ajeno a ello y también empieza a sentir las consecuencias del COVID.19.
Carlos Varela, vicepresidente técnico de Fasecolda, comparte su opinión frente a la realidad del mercado teniendo en cuenta la coyuntura actual.
¿Ha tenido algún impacto o afectación la adquisición o comercialización de pólizas por la pandemia?
Las medidas de aislamiento social decretadas por el Gobierno Nacional han tenido un impacto importante en la comercialización de vehículos nuevos, lo mismo que en la movilización de mercancías en el país. Esto tiene un efecto directo en la producción de ambos ramos (transporte y automóviles) que las cifras están empezando a reflejar.
El sector espera, no sólo para estas líneas de negocio, sino para casi todos sus productos, una disminución en la demanda de cobertura que será mitigada dependiendo de la recuperación económica postcovid y de la forma en que el sector responda a esa menor demanda para mitigar los efectos de su disminución. Por ahora la adquisición de pólizas por parte de la demanda está muy afectada.
¿Qué están haciendo las compañías de seguros en relación con una posible reducción de siniestros por efectos de la restricción de la movilidad en el período de cuarentena?
Las compañías de seguros, de forma independiente, han venido calculando la reducción de siniestros por causa de la cuarentena. En efecto, se ha presentado una menor circulación de vehículos, pero también es importante anotar que las coberturas en el ramo de automóviles van más allá de los daños al vehículo por choques simples. Coberturas por riesgos naturales como terremoto, granizo, inundación y, en general, los riesgos de la naturaleza, permanecen intactas lo mismo que algunas otras coberturas de asistencia como grúa, cambio de batería, etc.
Una vez las compañías llevan esta estimación, optarán por un amplio abanico de beneficios al consumidor, entre los cuales se encuentran devolución de una parte de las primas pagadas, descuentos en la renovación, flexibilización en el pago de la prima y extensión de vigencia.
En el cálculo de estos beneficios debe tenerse en cuenta que las aseguradoras incurrieron en unos costos que son independientes de los siniestros, entre los cuales se encuentran gastos de expedición, comisión de seguros, costo del reaseguro, gastos de personal.
Es importante mencionar también que no en todos los casos se presentó una disminución del riesgo durante la cuarentena y existe parque automotor que, por diferentes razones, se mantuvo activo durante ese lapso.
Con base en estas premisas, varias aseguradoras ya han avanzado en el otorgamiento de estos beneficios para sus asegurados y otras se encuentran en este proceso.
¿Cómo ve el panorama del mercado de las pólizas respecto a la pandemia?
Todo va a depender de la recuperación que tengan la economía. Algunos analistas estiman que la recuperación va a ser en forma de V, es decir, que la misma sufrirá una especie de rebote en donde tendremos uno o dos trimestres de crecimientos negativos, para luego empezar a recuperar con vigor la dinámica con la que veníamos antes de la pandemia.
Otros analistas estiman que la recuperación podría tener forma de U, en donde se presentarían varios trimestres en cifras negativas para empezar después una recuperación lenta. En cada caso, los seguros acompañarán dicho comportamiento.
Cifras preliminares, que han sido presentadas por la Dirección de Estudios Económicos del gremio al momento de responder estas preguntas, indican que empieza a notarse una recuperación en varios indicadores, tanto nacionales como internacionales, pero aún es muy pronto para establecer si esta recuperación será sostenida.
¿Puede verse la pandemia como una oportunidad en la oferta del seguro?
Las crisis son fuente de oportunidades. Algunas de esas oportunidades están en el ofrecimiento por parte de las aseguradoras de productos más modulares, el tránsito hacia la empresa verdaderamente digital, el entrenamiento de la fuerza de trabajo para este tipo de empresa, la implementación de esquemas de cobertura alternativos como los seguros por uso, etc.
Cada aseguradora, dependiendo de múltiples variables, ha venido aprendiendo y reevaluando su esquema de funcionamiento y el valor agregado de sus productos. Lo cierto es que el negocio no será el mismo en adelante.
¿Cómo ve el sector a partir de las reclamaciones en el ramo de vida?
Las compañías de seguros de vida cubren las muertes causadas por COVID-19. La profundización del seguro de vida individual, sin embargo, no es alta en Colombia y se espera que un bajo porcentaje de las personas que fallezcan por causa del virus estén cubiertas por este seguro.
Es lamentable que así suceda. Es en este tipo de coyuntura donde el seguro de vida muestra su valía para los asegurados y para sus beneficiarios que encuentran un alivio económico tras la partida del que, generalmente, es el jefe de hogar.
¿Cuál es la estrategia de las aseguradoras para incentivar la adquisición de las pólizas en estos tiempos de crisis?
En la actualidad las compañías están centradas en ofrecer beneficios a los asegurados que han visto afectado sus flujos de caja por efectos de las medidas de aislamiento. Esto es una contribución cierta y medible de las aseguradoras a sus clientes.
De otro lado, las estrategias para incentivar la adquisición de seguros varían entre las compañías y entre productos pero, en general, se puede decir que se trata de facilidades financieras para el pago de primas, descuentos en las renovaciones y esquemas alternativos de cobertura que se ajustan a las necesidades inmediatas de los asegurados.
¿Qué opina sobre las personas que están demandando que les regresen o amplíen el SOAT respecto al tiempo del confinamiento obligatorio?
Al ser un seguro de carácter obligatorio, de tarifa regulada y con transferencias que van a la salud y a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Gobierno Nacional expidió un decreto que instruye al Ministerio de Hacienda y Crédito Público para que establezca el menor monto de siniestros del ramo durante el período de aislamiento y restricción de la movilidad, para que sean transferidos al sistema de salud, fortaleciendo así la atención de los afectados por el COVID-19.
Como pasa en el ramo de autos, es necesario que dicho monto tenga en cuenta gastos fijos de las compañías y las transferencias al sistema de Salud que aporta el ramo.
Teniendo en cuenta la situación, ¿cree que se puedan incrementar los casos de fraude al seguro?
El fraude en el seguro siempre es una prioridad para el sector. Es claro que debemos estar atentos a un posible incremento del fraude en los ramos de SOAT y en automóviles, principalmente.
Sobre el particular, vale la pena añadir que las compañías se han venido sofisticando en la detección de este tipo de delito, al tiempo que el sector ha fortalecido alianzas con las autoridades para llevar a la justicia a quienes quieran defraudar a las aseguradoras.